ensalada de guisantes
{para dos personas, como entrante o como cena ligera}
- 1 manojo de espárragos trigueros
- medio kilo de guisantes en sus vainas, que pelados se quedan en un cuarto de kilo
- dos cucharadas de queso feta al natural o en aceite
- 2 piezas de queso mozzarella
- 1 aguacate
- 1 pimiento amarillo
- 6 rabanitos
- dos cogollos de lechuga o el corazón de una lechuga romana
- unas hojitas de hierbabuena
{para la vinagreta}
- tres cuacharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de vinagre de manzana
- 1 cucharada de miel o de jarabe de arce
- 1 cucharada de soja
- 1 cucharada de mostaza antigua
Como sucede con los espárragos blancos frescos, los guisantes en los mercados tienen una temporada corta. Por eso tanto el espárrago blanco como los guisantes fueron de los primeros productos que se envasaron como conservas de forma industrial.
Su sabor fresco siempre es una sorpresa: intensamente verde, dulce, de una delicadeza larga y sólida. Y aunque su presencia en nuestra mesa sea una visita fugaz, vale la pena convertirla en ritual y cocinar con ellos cada año.
Pelar los guisantes y cocerlos al vapor, unos 20 minutos, pero como siempre, dependerá de la ternura de los guisantes. Hay que ir probándolos.
Cortar los pies de los espárragos trigueros: tomando ambos extremos uno con cada mano, curvar el espárrago hacia abajo y dejar que se tronche por donde naturalmente tiende a hacerlo.
Cocerlos al vapor unos minutos, 7-15, dejándolos cruijientes y al dente.
Pelar el aguacate, retirar el hueso y cortarlo en laminas.
Lavar, centrifugar y cortar la lechuga muy fina.
Lavar bien los rabanitos y filetearlos.
Retirar el peciolo y las semillas del pimiento y cortarlo en cubitos.
Partir en trocitos las dos piezas de queso mozzarella, deshilachándolo con los dedos.
Preparar la vinagreta batiendo juntos todos los ingredientes.
Montar la ensalada: un lecho de lechuga en el fondo, y sobre ella todos los demás ingredientes.
Rociarla con la vinagreta y con las hojtas de hierbabuena.
Y a disfrutar.
Y si cuando los probéis resulta que os encantan los guisantes frescos, podéis animaros con esta crema de guisantes, que hace otra simple y soberbia cena de sofá.