ñam de brie y bacon
bocaditos de brie y mermelada de bacon
{para cada cinco bocaditos}
- 1 lámina de hojaldre comercial refrigerado
- unos 100 gr de queso brie
- 3 cucharadas de una buena mermelada de melocotón (100 gr aprox)
- 2 cucharadas de vinagre blanco de manzana
- 8 lonchas de bacon ahumado, cortadas en tiritas, asadas hasta quedar suaves y algo menos que crujientes
- unas hojitas de tomillo fresco
- 1 huevo batido
Preparar la mermelada de bacon:
Colocar en la sartén en que hemos sofrito las tiritas de bacon, sin retirar su grasa, la mermelada y el vinagre. Dejar que se amalgamen durante 5 minutos de cocción a fuego suave.
Rellenar moldes para tartaletas individuales, engrasados con mantequilla, con lienzos de hojaldre cortados desde una placa rectangular de hojaldre comercial fresco (refrigerado). Colocar dentro de cada hueco unos trocitos de queso brie. Coronarlas con una cucharadita de mermelada de bacon.
Pincelar los bordes con huevo batido.
Colocar las tartaletas en el horno precalentado a 185º durante 25 minutos, o hasta que estén firmes y doradas, con en interior de queso molloso y burbujeante y la mermelada doradita y un poco caramelizada.
Pasarlas a una rejilla y dejarlas entibiarse. Adornarlas con unas hojitas de tomillo fresco.
Sacar las tartaletas de sus moldes cuando ya están tibias, colocarlas en un plato de servir. Y a la tabla.
Dice Philippe Claudel que el bacon es como una metáfora sensual de la felicidad.
Gloria bendita.
Amén.
Aquí ya hay preparadas dos mesas formando T. Lo cual quiere decir que somos muchos, bastantes. Todo hecho con paciencia y cariño. Siempre es una hermosa noche, con el bullicio de los peques y la conversación de los mayores, de gustando la rica cena, que ha llevado su tiempo, pero,que luego halla su compensación.
Noche de magia con luces, panderetas, turrones, que no falten y sobre todo con espíritu de niñ@. Que la noche lleve a vuestra mesa la alegría y La Paz y aunque con kilómetros de por medio !siempre! Estemos cerca.
Mi querida tiíta, en ésta, que ha sido quizá la Navidad menos navideña de mi vida, quiero desearte todo lo mejor. Muy especialmente a ti, que siempre estás ahí, y que compartes conmigo un léxico común, un léxico que hemos sembrado y criado por propia voluntad: cuidar, proteger, decir la verdad, acoger, cocinar, hacer fácil todo lo que puede no serlo… todos esos valores que compartimos. Al final, el amor, cualquier amor, tiene detrás detrás un vocabulario compartido. Cuídate mucho, que le haces mucha falta a mucha gente. Un abrazo muy muy muy fuerte.
Probablemente esta receta se acerque a la imagen terrestre de la felicidad. ÑAM leñe ÑAM.
Jajajaja. Pues sí. Suscribo. <3