vignarola
.
· vignarola ·
· para cuatro personas · dificultad: para principiantes · estado de ánimo: florecido ·
.
- 5 alcachofas
- 250 gr de guisantes frescos ya pelados
- 250 gr de habas pequeñas o peladas dos veces
- 4 cebollas tiernas
- 150 ml de agua, vino blanco o una mezcla de ambos
- 8 hojas de lechuga partidas por la mitad
La vignarola es un plato italiano que celebra la primavera en todo su esplendor.
Netamente estacional, en Italia se prepara con pasión cuando los tres ingredientes principales hacen su entrada juntos en los mercados: habas, guisantes y alcachofas, entre abril, mayo y junio.
.
.
.
.
En realidad es un sencillo estofado de verduras en una mezcla de aceite de oliva y líquido (vino blanco, agua), un plato con técnica de cocina corta y simple que realza el espléndido sabor de las verduras en su temporada de plena sazón. Es una «receta de familia»: la receta básica se mantiene estable en todas sus variantes, pero las pequeñas variaciones son infinitas y se ajustan al gusto de cada casa.
.
.
.
.
Un plato sabrosísimo y refrescante, se parece tantísimo a comer un bocado de primavera…
Comenzamos por preparar las alcachofas: pelarlas de sus hojas exteriores, cortar el tallo y el tercio superior de las hojas hasta dejar el corazón pálido y tierno a la vista. Retirar de la parte inferior cualquier trozo más duro y tornear la base de los corazones con un cuchillo corto de filo. Cortarlas en gajos y sumergirlos en agua con limón.
.
.
.
.Desgranar los guisantes de sus vainas.
Desgranar las habas y si son medianas o grandes, volver a pelarlas de su vaina interior: desgajar el peciolo cortándolo con una tijera o cuchillo corto o pellizcándolo entre el pulgar y el índice, y presionar la vaina desde abajo para hacer salir los dos cotiledones interiores del haba, tiernísimos y de un verde delicado y más vivo que el de la vaina.
Poner a pochar la cebolla partida en gajos finos en una sartén grande con un lecho de un buen aceite de oliva virgen extra.
En este sofrito inicial, si te gusta, puedes añadir un poco de bacon, tocino o jamón. Como decíamos antes, muchos cocineros italianos lo hacen.
.
.
.
.
Cuando la cebolla tierna esté translúcida, añadir las alcachofas limpias y cortadas en gajos. Dejarlas rehogar unos minutos por sus dos lados para que tomen algo de color. Añadir la mezcla de agua y vino, vino o sólo agua, según nuestro gusto, tapar y dejar cocinar 15 minutos. Añadir los guisantes, las habas y las hojas de lechuga y dejar cocinar 5 minutos más. Sazonar.
.
.
.
.
El caldo se habrá ido evaporando pero al terminar la cocción aún cubrirá las verduras ligeramente y las hará brillar, es un plato jugoso y húmedo.
.
.
.
.
Servir rociado de perejil y hierbabuena picados. Yo tenía cebollino en flor, y lo he adornado además con unas poquitas de sus preciosas flores malvas.
Feliz experiencia primaveral.
Hola Fernanda,
(…)
Poesía es la añoranza de lo que se quiere. No recuerdo de quién lo leí. Andaba yo en los 20 y pocos y esto iba por La Casa del Libro.
Y hablar con las flores y las plantas. Agradecerles que están ahí dandolo todo a cambio de casi nada. Nos dan sonrisas sin pedirnos nada a cambio.
Y tocar las plantas y las flores de un modo distinto. Sin que sean «cosas», si no «cosas importantes». El tacto del que agarra es distinto del que agradece.
Besos.
Exacto. Supongo que no le pasa a todo el mundo, pero creo que está bien que las flores no nos parezcan simplemente «cosas», como un destornillador, sino «cosas importantes». Es bueno (y elocuente) para nosotros, y para ellas! Besos!!
Uy, añoranza de lo que se tiene, no de lo que se quiere… Aunque igual también nos vale :-)
Besos.
Y sí: nos vale. : ) Besos!