migas de pastor
migas de pastor con uvas
{para cuatro personas}
- una o dos barras de pan asentado
- un par de racimos de uva moscatel, con las uvas peladas y deshuesadas
- 200 gr de tocino o bacon
- una cabeza de ajos
- aceite de oliva
- opcionalmente, un huevo por persona
Primero empezamos preparando el pan. Hay varias maneras de hacerlo, y según los lugares hay tradición de hacerlo de una u otra forma.
Mi abuela ponía a remojo el pan cortado en rebanadas un rato antes de empezar a freír, con el agua justa para que empapara el pan. Luego sacaba las rebanadas de una en una y las escurría entre las dos manos, y ya escurridas las desmigaba sobre el aceite.
Yo lo hago “pizqueando el pan” unas horas antes de empezar, o la noche anterior, y humedeciendo un poco las migas salpicándolas con agua y un poco de sal (poca, porque el pan ya lleva la suya, es mejor no pasarse y añadir luego). Se tapan con un paño y se dejan reposar una horita, o lo que se tenga por delante. Después de ese reposo las migas están húmedas y flexibles, y se van dejando caer sobre el aceite frotándolas entre los dedos para terminar de soltarlas.
En una sartén grande o una paella se pone a calentar el aceite; con una barra o barra y media salen cuatro platos de tamaño razonable (es decir, no muy grandes; al ser un plato de frito yo no abuso mucho del tamaño), y para esa cantidad de pan hay que poner una capa de unos 2 mm de aceite en el fondo de la sartén, pero si os parece que no hay suficiente una vez hayáis movido todo el pan, añadís un poco haciendo un hueco en la paella para que no caiga directamente encima del pan, y listo. Freímos los dientes de ajos sin pelar, con un corte transversal en el centro que no llegue a partirlos, junto con el tocino. Los reservamos. (Se pueden dejar unos cuantos dientes de ajo para que se vayan deshaciendo con las migas).
Dejamos templar el aceite a fuego bajo, para que al echar el pan no se tueste de repente, y añadimos las migas. Mantenemos a fuego bajo y vamos sofriendo el pan hasta que se vaya dorando y las migas se vayan haciendo cada vez más pequeñas.
No hay más secreto que la forma de moverlas: si las habéis visto hacer, recordaréis ese movimiento característico en que se mueven las migas con la paleta y luego se insiste sobre ellas dejando que el filo de la pala las vaya deshaciendo y partiendo. En total la cosa lleva media hora larga, quizá un poco estirada.
Empezando con las migas {minivideo}
Casi casi {minivideo}
Cuando nos parece que están en su punto, añadimos los ajos y el tocino reservados, damos un par de vueltas, y añadimos las medias uvas peladas y deshuesadas. Otro par de vueltas.
Yo las sirvo con un huevo escalfado como plato único, pero eso ya es a gustos (aquí tenéis la receta dónde venía cómo hacer un bonito huevo escalfado).
Y listo!
Hummmmm! Esto será fatal para el colesterol malo ese, pero, qué delicia!
Feliz semana a todos!
*una mesura es una papeleta o cucurucho de papel.