hervido
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· hervido · bollit ·
· para cuatro raciones · dificultad: ninguna, para el que se estrena · estado de ánimo: el hogar de noche ·
Durante el día el sol giraba por el firmamento y cada estación deparaba unos alimentos terrestres más o menos fundamentales, pero todas mis noches, hiciera frío o calor, cantara el cuco o el ruiseñor en el álamo o la lechuza en el campanario, estaban cosidas con el único pespunte del hervido. Mientras viví en casa de mis padres, desde el fondo de la memoria hasta el día que la abandoné, no recuerdo haber cenado nunca de primer plato, bajo ningún pretexto, algo que no fuera el hervido o el bullit: patatas, cebollas, judías verdes, zanahorias hervidas con sal y alguna hoja de laurel, aderezadas después con aceite de oliva. El hervido era un hecho ontológico tan inconmovibe como la materia que creaba los montes y los valles de mi alrededor y tan inexorable como la ley de la gravedad.
Manuel Vicent. Comer y beber a mi manera.
- 8 patatas pequeñas
- 250 gr de judías verdes Bobby
- 4 cebollas tiernas
Ésta es la receta canónica.
La más pura y la más sencilla.
Yo ahora a veces le añado cabecitas de brócoli. O acelgas. O zanahorias, que le encantan a Noël, como se hacía en casa de Manuel Vicent.
Pelar las cebollas y colocarlas enteras en una vaporera. Dejarlas cocer 15 minutos. Añadir la judía Bobby limpia. Dejar que las verduras cuezan juntas 10-15 minutos más.
Al mismo tiempo que ponemos la vaporera, poner a cocer las patatas enteras, peladas, en una cacerolita de agua con sal. Dejarlas cocer media hora.
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Disponer en cada plato dos patatas, una cebolla y un puñado de judías. Regar con un excelente aceite de oliva afrutado y rociar con sal.
Disfrutar de las virtudes mágicas del hervido para hacer hogar en las noches de invierno.
Feliz semana a todos.
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En casa cenamos verdura hervida o en crema casi a diario y el dìa que hay judías verdes, cebolla y zanahoria lo llamamos “verdura valenciana”.
Querida Esther, me imagino la escena de la verdura valenciana. Tierna como tú. A mi el hervido me parece una cosa conmovedora. Ya sé que suena un poco así, pero mira, así es. Me ha dado una gran alegría oírte, aunque ya sabes que te sigo la pista y nunca estás muy lejos. Te mando un gran gran beso. Muy feliz noche.