nidos de patata glaseada
Otra receta de más fácil imposible, perfecta para una cena de sofá en una de esas noches de antojos carnales que todos tenemos, con mantita y un cuenco de ensalada. Deliciosos para acompañar carne, aves, pescado. Y fabulosos para comer solos, cualquiera de esos días de añoranza infantil de carbohidratos.
{para 4 cazuelitas de 8 cm}
- 7 patatas bonitas
- de 60 a 100 gr de queso de cabra de rulo
- 60 gr de mantequilla
- sal y pimienta
- tomillo fresco
Cortar las patatas, una vez limpias y peladas, con la mandolina, o a cuchillo muy muy finas.
Colocarlas en un cuenco donde habremos derretido la mantequilla. Envolverlas bien con ella.
Enmantecar los ramekines.
Rellenar cada molde con una capa de láminas de patata, disponiéndolas en un círculo hasta tapar el fondo, sal y pimienta, dos lonchas de queso y otra capa de patas, con su sal y pimienta, hasta llegar al final de la cazuelita, terminando con una capa de patata.
Compactar un poco con un tenedor o con los dedos.
Cocer en horno precalentado a 220º unos 30 minutos.
Si los servimos boca arriba, como he hecho yo, parecen castillos rizados y crujientes.
Si los servimos boca abajo, sin darles la vuelta, parecen flanes glaseados, mórbidos y soberbios en su simplicidad.
Dejar enfriar un poco antes de desmoldar. Adornar con ramitas de tomillo fresco, y si es temporada, con sus flores.
Y sacar a la mesa tibio, para que el perfume dulce y saciante de la patata se nos quede enredado en la piel y en el pelo…