barritas de higos y coco
{para la base de las barritas}
- ½ taza* de nueces
- ¼ taza de almendras
- 2 cucharadas de coco rallado
- 2 cucharadas de semillas de lino
- ½ taza de higos secos
- ½ taza de dátiles tipo medjul, sin el hueso
- ½ cucharada de agua
- ½ cucharadita de canela
{para la crema de coco}
- ½ taza de anacardos crudos con remojo de una noche o de unas horas
- ½ taza de leche de coco
- ½ taza de coco rallado
- 2 cucharadas de sirope de arce
- ½ cucharadita de pasta de vainilla
- rodajas de higo para decorar
Primero preparamos la base: colocamos todos los ingredientes en un procesador y batimos. Obtendremos una pasta que se maneja bien con las manos.
Protegemos el molde con papel film, forrando todo su interior, para que luego nos sea más fácil desmoldar. Yo he gastado mi molde de 10,5 x 22 cm.
Cogemos la masa y formamos una capa en la base del molde, alisándola con los dedos, presionando bien para que quede lisa; también podemos ayudarnos con una espátula o con el dorso de una cuchara.
Colocamos el molde en el congelador mientras hacemos la crema.
Para hacer la crema, colocamos los anacardos en el procesador y los trituramos unos minutos. Vamos añadiendo poco a poco la leche de coco, el jarabe de arce y la pasta de vainilla.
Sacamos el molde del congelador y vertemos la capa de crema sobre la base.
Volvemos el molde al congelador, donde lo podemos dejar hasta el momento de servir las barritas.
Cuando llegue el momento, un rato antes desmoldamos para que se vaya descongelando (es fácil, cae colocándolo boca abajo y dándole unos golpecitos), retiramos el film y colocamos sobre la capa de crema las rodajitas de higo, cortándolas para que encajen exactamente sobre las barritas.
Creo que si los fileteamos sin pelar, las rodajitas quedan mejor, la piel oscura ofrece un hermoso contraste entre las rodajas sobre la galleta. Ajustamos los bordes cortándolas con cuchillo, y luego dividimos la masa en barritas cortando con un cuchillo afilado.
Listo.
¿No son preciosas?
Esta receta está tomada del blog Secret Squirrel. Me parece deslumbrantemente bonita. Y encima saludable. Y buenísima. Y es fácil de hacer. Y congela la mar de bien. Más por menos, difícil.
*las cantidades en tazas y cucharaditas remiten al sistema americano de medida en cups, teaspoons y tablespoons. Ahora se pueden encontrar en cualquier sitio, desde las baratísimas de Ikea, hasta las tradicionales de acero inoxidable que encontraréis en ferreterías, pasando por cosas tan bonitas como ésta, ésta, ésta o ésta.