pesto de albahaca
cabellera de Berenice a la albahaca
{también conocida como Fusilli col buco al pesto, para cuatro personas}
- 400 gr de pasta larga (en este caso, fusilli col buco)
- 60 gr de hojas de albahaca
- 2 puñados de almendras crudas sin piel
- 1 puñado de piñones crudos
- 25 gr de queso parmesano recién rallado (o grana padano, que al madurar 18 meses en vez de 36 es más asequible)
- 1 cucharada de queso pecorino sardo recién rallado (se puede sustituir por manchego semicurado)
- un excelente aceite de oliva virgen, aproximadamente 3 cucharadas soperas
- un chorro de nata líquida
- medio diente de ajo, pelado, sin germen y picado
- sal, pimienta
Esta receta es una adaptación más suave del auténtico pesto genovés de albahaca, que no lleva nata ni almendras. Sigue teniendo un sabor arrollador, pero gana en delicadeza.
Es muy sencilla: colocamos en la trituradora todos los ingredientes menos los quesos y la nata y le damos una buena picada.
Añadimos los quesos y un chorrito de nata y le damos otra.
Y ahora todo es cuestión de ajustar el sabor a nuestro gusto.
Comprobamos el punto de sal, y añadimos más aceite o más nata hasta que al probarlo se nos haga la boca agua.
No hay más secreto.
Hervimos la pasta 11 minutos, la escurrimos, añadimos una cucharada del agua de cocción a nuestro pesto de albahaca, lo removemos hasta homogeneizarlo, rallamos unas virutitas de queso para esparcir por encima de cada plato.
Rociamos la pasta con unos filetes del buenísimo aceite de oliva que hemos empleado para la salsa, y listo.
Abrimos nuestra botellita de vino (hoy en una de esas preciosas jarritas de ouzo que les gustan a los griegos, en honor a la apasionada Berenice, a la sabiduría de Conón y al amor por las palabras de Calímaco).
Y ahora brindemos porque todos estos tesoros -amor, pasión, conocimiento, sabiduría, respeto, poesía- florezcan abundantemente dentro de nosotros y a nuestro alrededor para alegrar nuestros días, y nos hagan larga compañía sin marchitarse.
Feliz semana a todos!