crema fría de pepino
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· crema fría de hinojo y pepino ·
· para cuatro personas · dificultad: ninguna, para principiantes · estado de ánimo: en bikini ·
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- 2 pepinos grandes y tersos o 4 pequeños
- 3 yogures estilo griego sin azucarar
- 2-3 cucharadas soperas de zumo de limón (según tu relación con el limón)
- medio bulbo de hinojo con sus ramitas verdes
- un puñado de hojas de perejil, y si se tiene a mano, un par de sus flores
- un manojito de cebollino, y si se tiene a mano, una de sus flores
- 1-2 dientes de ajo pelados (según tu relación con el ajo)
- sal y pimienta recién molida (yo gasto una mezcla de negra, blanca y rosa)
- aceite de oliva virgen extra
- un chorro de agua fría o 2-3 hielos
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Colocar los pepinos pelados y en trozos, un cuarto de bulbo de hinojo pelado de su capa exterior y desechando la parte más dura que dibuja un triángulo junto a la raíz, fileteado; las hojas de perejil y el cebollino, los dientes de ajo picados, el zumo de limón y el yogur con un poco de sal en una batidora o en el vaso de la Thermomix.
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Reservar unas hojitas de perejil y de hinojo, un poquito de cebollino picado y las flores para decorar.
Batir a fondo. En la Thermomix, por ejemplo, 2 minutos a velocidad progresiva 5/9.
Añadir pimienta molida y probar el punto de sazón. Corregir si es necesario.
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Dejar enfriar en la nevera en una jarra un par de horas.
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Decorar con las hierbas y unas gotitas de aceite de oliva.
Ideal para el borde de la piscina.
Es más, si te has despertado con antojo de jugar a la Agente 99, cosa que a las mujeres tiende a sucedernos de vez en cuando, ¡le puedes poner hasta una pajita!
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A disfrutarla.
Feliz (lo que queda de) verano para todos.
Esta receta está basada en la de Andrea Bemis (granjera y foodie –pero eso lo dice ella, no yo), en su blog Dishing up the dirt, que va básicamente de cómo comer estupendamente empleando lo que uno cultiva y sin complicarse mucho la vida. Si os atrae la vida en el campo, seguramente os gustará su blog.
Siendo verano, ya es otoño. El otoño llega esa mañana en que te despiertas, respiras profundo y huele a otoño. Pero ya se ve el otoño y ya suena el otoño. Al caminar entre los árboles ya hay hojas marrones; esas hojas que al pisar suenan como una patata frita (de bolsa, claro). Ya se ve y siente el otoño; pese a ser verano.
Saludos,
Jose
Hola! Qué alegría oírte!
Es verdad. Aquí yo lo noto en el gingko que tengo en la terraza, que ya tiene otoñales las hojas más altas. Y en la luz. No sé si ahí también pasa, pero aquí cuando llega septiembre el cielo cambia de textura, se vuelve más turquesa, menos pálido y la luz se acristala. Quizá los que están por venir son los cielos más bonitos del año. Al menos aquí creo que es así.
Muchas gracias. Y un beso!
Aquí el cielo todavía está de verano y tiene este aspecto:
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… también cambia el cielo en otoño; como cambia en invierno y con cada estación :-)
Sotes.
¿De verdad es así de azul el cielo ahí? Creo que aquí nunca es exactamente así, de un azul tan potente. Será el aire de la meseta… qué bonito! :D