magia de Navidad
Uno de mis amigos de largo recorrido, uno de esos que caen en el cestillo de lo que Jaime Gil de Biedma llamaba «amistad a lo largo», acaba de tener un sobrinito. Su contexto es como el de tantos de nosotros: tiene entre 40 y 50 años, lleva tiempo intentando encontrar un trabajo donde pueda implicarse con un mayor disfrute, y está viendo alejarse la época en que sus niños eran pequeños y él era, sobre todo, un papi sorprendido y extasiado.
No sé muy bien por qué o por dónde, pero mientras hablaba con él he visto esto que iba a escribir, he visto que éste era el hilo del que iba a tirar esta Navidad.
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Mi amigo echa de menos muchas cosas que no van a volver. No sé si lo pone en palabras, pero él lo sabe, sabe que las echa de menos y que no volverán.
He visto un video en que le habla a su sobrinito. Yo ya lo sabía, porque me lo ha contado, pero ese sobrinito es para él como el rocío de la mañana para una tierra con sed.
Y mientras veía el video he comprendido de golpe otras cosas.
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A quienes somos como yo y como él, los bebés nos gustan tanto porque nos enseñan el camino del candor y la sorpresa perpetua. La vida encendida. El día invocado, efervescente, lleno de promesas, lleno de luz.
Una vida que no palidece, que no se rinde, que no duda, que no se acobarda, de la que solo sale música de gorjeo de pajarito y de niño riendo.
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Foto de Jaime Nicolau
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Los niños nos recuerdan que no sabemos nada, que todo está por aprender, y que aunque a veces nos guste más o nos guste menos saberlo, no tenemos corteza sino una piel fina y sensible que necesita ser nutrida.
Y que todo eso es maravilloso.
Y eso nos lleva al pesebre, a la metáfora del pesebre.
Un pequeño recién nacido que desafía todo pronóstico.
Y también todo lo que salta a la vista, que no es nada de lo que salta a la vista.
Un bebé que hace explotar toda rutina establecida, como saben hacer de fábrica todos los bebés.
Un bebé que te exige ir más allá de lo que ves.
Un bebé que es una revolución.
Es decir.
El candor, la sorpresa, lo inesperado, lo inefable, que desafía toda tu vida.
Un bebé nos recuerda que no hemos venido aquí a perder todo eso, tesoros de la frescura de la vida.
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Todo eso, todo eso.
Todo eso es la mejor veleta de la vida.
Todo eso que te lanza una pregunta a la boca del estómago y te devuelve una respuesta que dice: sí, puedes vivir sonriendo, expuesta a la empatía, a la amabilidad, a la ternura, a lo que está más allá de tu comprensión, a la carnalidad del amigo que aún no lo es pero quién sabe lo que habrá más allá si das ese paso.
A la enredadera del amor, en fin.
El candor, la inocencia, la sorpresa, lo inesperado, como huéspedes que se sientan en tu mesa cada día.
Tú les haces cocido y ellos te hablan de sus cosas.
Ellos te cuentan sus secretos.
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Estamos rodeados de cínicos, gente que está de vuelta de todo, gente que está decepcionada, gente que está amargada, gente que está resentida, gente que está perdida, gente que está cobrando cuentas.
Yo no soy quién para decidir sobre esas cuentas.
Pero sé que unos aportan oxigeno y otros lo quitan.
Y tú
(y yo)
podemos hacer de planta: donde tú estás, donde yo estoy, que siempre haya oxigeno de más.
Es el más agradecido de los trabajos.
Hacer clorofila para el mundo.
Para que siempre haya una gran cápsula de oxígeno verde y azul donde los que tienen ganas de arriesgarse a ser tocados por la magia de ser humano, puedan entrar a coger aliento.
Da igual si hay mucho peso en el otro lado.
Crear oxígeno es un trabajo de amor, como hacer queso, como plantar hierba, como plantar flores, como dar de comer.
La magia siempre estará de nuestro lado.
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Muy feliz Navidad, queridas y queridos cómplices del lado verde la vida.
Seguid fabricando clorofila para el mundo al abrigo de nuestro solecito.
Nada de lo que hacemos es intrascendente.
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Foto de Jaime Nicolau
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Vosotras y vosotros sois los verdaderos pilares del mundo.
Muy Feliz Navidad para todas y para todos.
Gracias por tan bonitas palabras Fernanda.
Felices fiestas y feliz navidad!
Los papis de «Davit» ;)
Os doy las gracias de corazón por la generosidad de haber compartido a “Davit” conmigo. Me ha hecho muy feliz. Creo que es muy posible que estas sean las Navidades más felices que habéis vivido hasta ahora, y pensar eso me llena de emoción. Vuestra casa sí que va a estar hoy llena de magia. Muy feliz Nochebuena, muy feliz Navidad!!
Siempre me sorprende lo bien que describes las cosas que no se pueden describir.
Yo he tardado 15 minutos en escribir esta %&#&*.
Gracias por todo.
¡Feliz Navidad! …de corazón.
Gracias a ti por tantas cosas… Vamos a disfrutar de la magia!! Muy feliz Navidad!!!!
Perlita, ¡viva la clorofila!
Sí, viva la clorofila. Creo que cuando nos hacemos más mayores, estas cosas tan simples las vemos y sentimos mucho más claras. Mut Feliz Navidad querida!
Leerte es además de un deleite es inspiración y recuerdo…. De que quiero seguir intentando día a día ser verde.
Feliz Navidad Feliz Vida
Mi querida Boniiiiiiiiii. Pasa el tiempo, pero nosotras no. Ahí estamos, cerca, siempre. Un grandísimo abrazo navideño.
Gracias por compartir tus ganas de mejorar el mundo desde tu entorno más cercano. Y gracias por tus recetas. El pollo relleno de peras nos ha acompañado ya en tres Nochebuenas.
¡Feliz Navidad y muy buen 2022!
Gracias a a ti por escribirme: ese tiempo que dedicas a hacerme saber que estamos cerca, vale muchísimo para mi. Y tus tres Nochebuenas de pollo con peras me hacen SUPER feliz. Mil gracias por tu generosidad, y MUY feliz Navidad para todos vosotros!!!
Te leo ahora, después de una Navidad que he buscado, diferente.
Seguramente en busca de ese Oxígeno del que nos hablas. Y con el propósito de cargarme de energía positiva, y que me devuelva a la senda de Sumar, de aportar, de amar las cosas del día a día.
Aunque tarde, deseo que hayas tenido unos días llenos de amor, del amor que nos regalas siempre con tu sonrisa incondicional. Y que este año que empezamos te llegue lleno de grandes y bonitas experiencias. Que es en realidad el camino en donde nos hemos de encontrar.
Un abrazo enorme, de esos que nos encantan.
Te contaré un secreto. Ha sido mi primera Navidad “blanca” en 15 años. Y ha sido sorprendente. Teníamos, en mi familia y como tú ya sabes, una larga historia de Navidades difíciles ; ) Me he acordado micho de ti en estos d´ñias, porque es muy bonito celebrar la Navidad con una ilusión nueva, y en eso confiaba yo para ti. Te agradezco de corazón este mensaje de la Noche de Reyes, para mí uno de los momentos más mágicos del año, tengamos niños pequeños o no. Así que ha sido una Navidad feliz. Tranquila y feliz. Me apunto a tu deseo de que este año nos llegue lleno de grandes y bonitas experiencias. Y como tú, pienso que ese es nuestro camino, y todo lo demás, pues da un poco igual. Gracias. Muy feliz noche mágica. Un grandísimo abrazo de Año Nuevo, Fer
Gracias por ser, también, el hogar de lo posible.
Cuando algo nos ha costado mucho, se convierte en un tesoro. Un gran abrazo, guardiana del tesoro.