¿y tú, qué tienes?
En esos meses tristes tenía el alma desesperada y sin vida, pero el cuerpo caminó directo hacia ti.
El cielo de la noche rugía. Sigilosamente ordeñábamos cosmos, y sobrevivimos…
En esos meses tristes tenía el alma desesperada y sin vida, pero el cuerpo caminó directo hacia ti.
El cielo de la noche rugía. Sigilosamente ordeñábamos cosmos, y sobrevivimos…
Las cosas simples, cuando son realmente buenas, proporcionan una clase de satisfacción que no está al alcance de ninguna otra cosa…
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