nuggets de verduritas
Me encantan las preparaciones tipo croqueta (las croquetas para mí siempre han sido como bocaditos de cielo permitidos a los terrestres exiliados). En general creo que me encantan todos los bocaditos salados: falafel, nuggets, albóndigas, buñuelos… En mi transición hacia otro tipo de alimentación, veo que los bocaditos hechos aglutinando verduras me gustan cada vez más.
Prueba éstos. Te va a sorprender lo sabrosísimos que son. Harás corto seguro.
{para 14 piezas}
- 1 zanahoria
- 5 flores de brócoli de tamaño mediano
- 2 cebollas tiernas
- 1 tbp de mostaza
- 1 y 1/2 tsp de levadura nutricional
- 1 tsp de psyllium en polvo
- 1/3 de cup de mijo
- 1 tsp de cúrcuma molida
- 2 tbp de semillas de cáñamo (sin cáscara)
- la corteza de un limón rallada
{para la salsa}
- 2 tbp de crema de anacardos
- 1 tbp de mostaza antigua
- 2 tbp de agua
- 1 tsp de zumo de limón
- 1 top de sirope de arce
- sal y pimienta
La levadura nutricional que lleva esta receta es levadura inactiva. No tiene nada que ver con la levadura activa que utilizamos para el pan y la cerveza. Por tanto no supone un problema si te estás cuidando porque en algún momento has tenido cándida o si llevas una dieta reducida en levaduras.
Todo lo contrario: es una estupenda fuente de proteínas de alto valor biológico -se considera así a los alimentos que aportan muchos de los 18 aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede sintetizar por sí mismo; la levadura aporta 9- y de vitaminas, sobre todo del complejo B. Aporta hierro, selenio, magnesio y zinc, y sus probióticos y la fibra que contiene tienen una influencia beneficiosa en el sistema intestinal.
El psyllium son las semillas -diminutas, su nombre en latín significa «pulga»- de una hierba anual que se emplea desde la antigüedad por su capacidad de absorber agua y facilitar así el tránsito intestinal gracias a que, como la chía, en presencia de agua forma una gelatina mucilaginosa. Las puedes comprar enteras o en polvo. Aquí se gastan en polvo. Las encontrarás en tiendas bio y en herbolarios. (Por cierto, las semillas de cáñamo que gastamos aquí son semillas sin cáscara).
El psyllium es perfecto para amalgamar masas que tenderían a disgregarse, como ésta. Y estupendo para tu «vida interior». ; )
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Calienta el horno a 200º.
Rallamos el brócoli y la zanahoria con un rallador grueso y picamos las cebolletas muy finas. También lo puedes rallar/picar todo con un procesador.
Cocemos el mijo: primero lávalo colocándolo en un colador fino. Déjalo escurrir un poco. Pásalo a una sartén caliente y tuéstalo mientras lo mueves; sabrás que está tostado porque desprende olor a nuez.
Pásalo a un cacito donde tendrás algo más del doble de cantidad de agua que de mijo, en este caso, 2/3 de cup y 1/4 más, ya hirviendo.
Déjalo cocer unos 15 minutos, ves probando. La cocción no es matemática pura: dependerá del fuego y también del tipo de mijo, pero pasado ese tiempo el agua se habrá absorbido más o menos y el grano estará cocido y suelto. Ves ajustando el tiempo y la cantidad de agua al resultado que obtienes y a tus costumbres con el fuego.
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Coloca en una sartén con aceite de oliva suave (o de coco, o el aceite vegetal de calidad que prefieras) las 3 verduras y saltea unos minutos, hasta que el brócoli adquiera ese bonito color verde pistacho y la zanahoria comience a estar tierna.
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Pasa al recipiente del procesador el mijo cocido, las verduras salteadas y el resto de ingredientes, y procesa. Verás que enseguida la masa se integra, se aglutina, toma forma de masa sólida y se desprende de las paredes.
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Con las manos bien enaceitadas, ves tomando montoncitos de masa, haz bolitas y luego aplánalas un poco. Enaceita su superficie utilizando el aceite que llevas en las manos.
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Coloca las piezas sobre papel sulfurizado y pasa la bandeja al horno. Cuece las piezas 10 minutos, dales la vuelta con delicadeza y una pala, y cuece otros 10 minutos.
Quedarán con una corteza ligeramente crujiente y dorada.
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Para preparar la salsa sólo has de unir todos los ingredientes, batirlos y ajustar la textura con unas gotas más de agua si lo necesitas.
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Deliciosos. Adictivos. Sabrosísimos, ligeros y saludables.
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A ver quién da más. : )
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Feliz semana a todas! (y a todos!)