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Escrito por el Jun 28, 2022 en cocina de cosecha | 2 comentarios| etiquetas: calabaza, pasteles salados, repostería salada, salvia, solsticio

pithiviers de calabaza y salvia

{para 6 pithiviers}

 

  • 4 hojas rectangulares de hojaldre
  • 1 kg de una calabaza dulce, ya asada
  • 24 hojas de salvia
  • 150 gr de queso gruyere
  • 1 huevo, para dar el baño de brillo
  • un puñado de piñones
  • 2 cebollas blancas y una roja
  • pimienta
  • nuez moscada

 

Comenzamos dejando listas las cebollas. Picar las 3 cebollas y ponerlas a sofreír a fuego alegre en una sartén con aceite de oliva. Sofreírlas 10 minutos moviéndolas de vez en cuando, hasta que estén doradas, tiernas y caramelizadas. Reservar.

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Colocamos en un cuenco la pulpa de la calabaza asada y la mezclamos con dos tenedoras para ablandarla y homogeneizarla. Tostamos los piñones. Loas añadimos, junto con la cebolla caramelizada, bien escurrida de aceite, un poco de sal, pimienta y nuez moscada. Reservamos esta mezcla.

Precalentamos el horno a 200º.

En la misma sartén que hemos sofrito la cebolla, freímos ahora durante unos segundos las hojas de salvia y las pasamos a papel absorbente.

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Cortamos el gruyere. Probablemente partimos de una porción rectangular de gruyere. La cortamos en láminas por el lado corto, de manera que obtendremos plaquetas rectangulares de aproximadamente 1 mm de grosor.

Con un cortador o con cualquier forma redonda que tenga un borde fino, cortamos dos círculos iguales para cada pithivier. Yo he utilizado un cortador de 10 cm. De cada lámina sacaremos 3 círculos, colocando dos en las dos esquinas superiores y el tercero en el centro de la parte inferior.

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Colocamos 3 discos sobre la bandeja del horno y comenzamos a montar los pithiviers. Sobre el primer disco de hojaldre disponemos, ligeramente superpuestas, 5 plaquitas de gruyere (3 verticales, 2 horizontales arriba y abajo). Sobre ellas, dos cucharadas de mezcla de calabaza. Encima colocaremos 3-4 hojas de salvia frita.

Cerramos el pithivier con el otro disco, colocándolo entrado sobre el primero, dejándolo caer por los lados para que envuelva la mezcla y apretando uno contra el otro por su base. Con el extremo de una cuchara, haremos presión dibujando una marca detrás de otra, hasta componer una cenefa de cierre.

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Con la punta de un cuchillo afilado o con un lame de panadero, trazaremos una rejilla diagonal sobre el pithivier. Hay que trazar el patrón con decisión pero con suavidad, para no cortar la masa, solo marcarla. Después lo barnizaremos utilizando una brochita y el huevo batido con unas gotas de agua.

Meteremos la primera hornada en el horno durante 25-30 minutos, horno precalentado a 200º, y mientras prepararemos sobre otra bandeja la segunda tanda y una ensalada. Yo hoy he preparado un tartar de tomate coronado con anchoas. Empieza el verano y por fin es el momento que la naturaleza privilegia para disfrutar de los tomates!

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La primera tanda irá entibiándose pero aguantará perfecta para ser servida al tiempo que la segunda, sin necesidad de volver a calentarla.

Esta es la última calabaza del año.

Volverán en noviembre y hasta entonces vamos a sumergirnos en los lujosos placeres sensoriales del tiempo veraniego: higos, melón, sandía, cerezas, melocotones, ciruelas.

Qué delicia.

Y es que ya está aquí de nuevo el solsticio de verano.

De nuevo la magia del verano nos alcanza.

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Y creo que mucho más en este año en que nos sacudimos con ganas los hilos de este mal sueño que hemos vivido los últimos 2 años largos. Creo que nos sentimos como si por fin pudiéramos empezar a desperezarnos y a levantarnos de la cama con ilusión, despreocupación, relajo, laxitud, sensualidad y ganas de sol, efervescencia y aire fresco.

Con esta receta abro la puerta del verano dentro de este cuaderno, con la esperanza de que sea un verano opulento, brillante y delicioso.

¿No son majestuosos en su simplicidad y una verdadera hermosura, como cofrecitos de la pequeña -y trascendente- felicidad?

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.¡Feliz verano chicas!

 

· SED MUUUUUY FELICES ·

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2 Comentarios

  1. El pitivier está para comérselo, pero el plato y el bajoplato son preciosérrimos ^________^

    Besos (…) (…)

    • Hay un espíritu dorado que brota entre el final de la primavera y el principio del verano. A veces, labilmente, conseguimos atraparlo en postales compuestas con objetos queridos. ❤️

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